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Objetivos

In Uncategorized on julio 7, 2008 at 10:08 pm

A partir de la inquietud planteada en el IV Encuentro de Bibliotecólogos que trabajan en el área educativa y I Mesa de Reflexión entre  Maestros  y  Bibliotecológos  sobre  Bibliotecas  Escolares.    Colegio Queens  6 y 7 de Junio de 2008.                                                “Las   Bibliotecas   Escolares:   Apoyo   al    desarrollo    educativo    de    los     niños.   Espacio    de     disfrute.  Compromiso   de    solidaridad”.
Las ponencias y experiencias compartidas mostraron estas actividades  en nuestro medio.  Motivadas por la importancia que reflejaron los distintos aportes,  que se hicieron visible a partir del encuentro mencionado, pensamos que sería bueno reflejar esto en un espacio concreto, de fácil acceso, que nos permita compartir y reflexionar.  Asimismo, cumplir con el trabajo de pasaje de curso, de la asignatura optativa  Bibliotecas  Escolares,  dictada  por  la  Licenciada Gabriela Quesada en el marco del cuarto año de la Licenciatura en Bibliotecología, de la Escuela Universitaria de Bibliotecología y Ciencias Afines de la Universidad de la República.

Biblioteca Escolar: en el marco proyecto del centro educativo

In Encuentro 2008 on diciembre 7, 2008 at 11:23 pm

La biblioteca escolar se perfila como nuevo  e  importante  ámbito educativo: espacio de comunicación e intercambio -idóneo para la investigación y para la lectura – .

Así, una biblioteca escolar integrada en el Proyecto Educativo y Curricular de un centro constituye un recurso pedagógico de primer orden.

 

La comunicación en, y con, el centro educativo es imprescindible. Por lo que el objetivo de la biblioteca será apoyar y favorecer con las diferentes acciones posibles, el proyecto global de la comunidad educativa a que pertenece.

En  cualquier  centro  docente,   como  en   cualquier  grupo  en  el  que  sus  miembros

participen en los fines, en los recursos y en la organización . «La comunicación es un rasgo esencial de la persona y de las sociedades; por consiguiente es un componente básico de la educación. En un centro docente, por ser una sociedad estructurada y por ser, al mismo tiempo una institución educativa, la comunicación es una de sus piedras angulares.»

Es fundamental  la comunicación interna, el intercambio y la difusión de la información entre los miembros de la comunidad educativa, para lograr una participación efectiva de

todos en un proyecto común.

La   relación  comunicativa  no   se  limita  a  establecer  contactos  con  organismos  o

personas;  supone  una estrategia de comunicación para el tratamiento  y  la difusión de

la información.   Es  fundamental  crear  una red  por  la que circulen  las informaciones

con fluidez y lleguen a sus destinatarios. Esta red puede utilizar diversos medios (escritos, orales, informáticos, etc.) según la finalidad.

La biblioteca escolar en una comunidad educativa, como parte de sus objetivos, tendrá su red de comunicaciones, que deben ser según Z. Ramo, «informativos, instructivos y educativos». Entre otros:

Recopilar, sistematizar y transmitir toda la información necesaria para la  buena marcha de la comunidad.

Garantizar la correcta difusión y recepción de la información transmitida.

Servir de instrumento para el conocimiento de los fines, resultados y normas de la comunidad entre todos los miembros.

Coadyuvar a alcanzar los objetivos educativos de la comunidad.

Como unidad especializada en el tratamiento, selección y difusión de la información, la biblioteca escolar no puede ser ajena a estos procesos y debe situarse en el centro de la red de comunicación del centro educativo, debe ser un insumo del proyecto marco institucional.

Concebir la biblioteca escolar como un dinámico centro de recursos y un  activo servicio de información que cumple un papel esencial en relación con el aprendizaje de los alumnos, con las tareas docentes y con el entorno social y cultural del centro. Para responder a este planteamiento la biblioteca escolar debería mantener un estrecho contacto con el  conjunto del sistema bibliotecario e integrarse en una red de       documentación educativa. La biblioteca escolar se configura de esta manera  como un elemento básico para establecer una verdadera cultura comunicativa y de aprendizaje permanente en los centros.

 

 

Una biblioteca escolar así concebida se puede definir como un espacio educativo,

que alberga una colección organizada y centralizada de todos aquellos materiales

informativos que necesita el centro para desarrollar su tarea docente, bajo la

supervisión de personal cualificado, y cuyas actividades se integran plenamente

en los procesos pedagógicos del centro y se recogen, por tanto, en el Proyecto

Educativo de Centro, Proyecto Curricular de Centro y Programación General Anual.

 

La biblioteca proporciona múltiples servicios de información y ofrece acceso –

por diferentes vías -a fuentes de información y materiales complementarios que

se encuentran en el exterior. Constituye, además, un lugar favorable al estudio,

a la investigación, al descubrimiento, a la autoformación y a la lectura.

 

La principal razón de ser de la biblioteca escolar es la de apoyar la totalidad del currículo. Debe ser un nuevo lugar de aprendizaje en el que  alumnos y profesores tienen a su alcance una gran diversidad de recursos educativos y pueden poner en práctica una metodología más activa y participativa. La biblioteca escolar se transforma así en un lugar de encuentro, un espacio de comunicación e intercambio en el que desarrollar   experiencias interdisciplinares y abordar los contenidos transversales al   currículo. La utilización de la biblioteca escolar plenamente integrada en el   proceso pedagógico del centro favorece la autonomía y la responsabilidad de   los alumnos en su aprendizaje. Es el lugar idóneo para la formación de los   escolares en el uso de las diversas fuentes de información y para fomentar la   lectura como medio de entretenimiento y ocio.

No sólo libros.  De acuerdo con su función, el fondo de la biblioteca escolar debe incluir todo   tipo de materiales informativos. La exclusividad de la palabra impresa como   soporte de la información ha dejado de ser una realidad hace muchos años. Por   consiguiente, además de libros, revistas, periódicos y otros materiales impresos, la biblioteca deberá disponer de fotografías, diapositivas,   transparencias, mapas, globos terráqueos, gráficos, discos, cintas, películas,   juegos, objetos táctiles, etc. Todo ello, sin olvidar los soportes   introducidos por las nuevas tecnologías: discos compactos, CD-ROM, vídeo   interactivo, programas de ordenador, bases de datos en línea, acceso a   Internet, etc.

La creación de la biblioteca de centro no implica la desaparición de las   numerosas bibliotecas de aula existentes, sino su transformación con una nueva   perspectiva. Para acercar los libros a los alumnos y estimular la lectura, la   biblioteca del centro presta lotes de materiales a las aulas por un periodo de   tiempo. Siguiendo un plan establecido, estos lotes circulan por las clases de   un mismo ciclo, permitiendo a sus alumnos acceder a mayor número de documentos   a lo largo del curso. Cuando necesiten materiales de consulta sobre diversos   aspectos del currículo, pueden recurrir a los fondos más completos de la   biblioteca del centro, lo cual no es comparable a las limitaciones de una

 biblioteca restringida al aula.

 Las bibliotecas de departamento también se deben transformar paulatinamente y   sus colecciones deben pasar a formar parte de la biblioteca del centro. No   obstante, algunos documentos pueden permanecer prestados al departamento   durante un curso entero, si es necesario. La gestión centralizada permite   saber en todo momento de qué documentos se dispone y dónde se encuentran, así   como hacer una mejor selección para la compra de nuevos documentos, evitando   que se dupliquen innecesariamente. Esto es imprescindible para crear una   colección equilibrada que responda a las necesidades reales y que aproveche al   máximo el presupuesto disponible.

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Apoyar el proyecto marco del centro educativo estará entre los objetivos y funciones de la biblioteca escolar. Será concebida no  sólo como una institución para la promoción de la lectura, sino también  como un espacio de aprendizaje.

 

Según la UNESCO, ha de responder a los siguientes objetivos: 

Proporcionar un continuo apoyo al programa de enseñanza y aprendizaje e   impulsar el cambio educativo.

Asegurar el acceso a una amplia gama de recursos y servicios.

Dotar a los estudiantes de las capacidades básicas para obtener y usar una   gran diversidad de recursos y servicios.

Habituarlos a la utilización de las bibliotecas con finalidades recreativas,   informativas y de educación permanente.

Para alcanzar sus objetivos, la biblioteca escolar debe cumplir las siguientes

funciones:

Recopilar toda la documentación existente en el centro, así como los   materiales y recursos didácticos relevantes, independientemente del soporte.

Organizar los recursos de tal modo que sean fácilmente accesibles y   utilizables. Hacer posible su uso cuando se necesiten, mediante un sistema de   información centralizado.

Establecer canales de difusión de la información en el centro educativo,   contribuyendo a la creación de una fluida red de comunicación interna.

Difundir entre alumnos y profesores información en diferentes soportes para   satisfacer las necesidades curriculares, culturales y complementarias.

Ofrecerles asistencia y orientación.

Constituir el ámbito adecuado en el que los alumnos adquieran las capacidades   necesarias para el uso de las distintas fuentes de información.

Colaborar con los profesores para la consecución de los objetivos pedagógicos relacionados   con este aspecto.

Impulsar actividades que fomenten la lectura como medio de entretenimiento y   de información.

Actuar como enlace con otras fuentes y servicios de información externos y   fomentar su uso por parte de alumnos y profesores.

Dentro de esta perspectiva, algunas  funciones del bibliotecario escolar serán:

Encargarse de recopilar y tratar la documentación y de gestionar los recursos; además, debe comunicar y hacer circular informaciones tanto administrativas como pedagógicas y culturales.

Cumple, además, una importante función pedagógica pues, en colaboración con los otros docentes del centro, ha de ofrecer a los alumnos nuevas oportunidades de aprendizaje en lo que se refiere al uso plural de las fuentes de información y al acceso a la lectura como forma de entretenimiento y medio de enriquecimiento personal.

Ejerce una importante labor para establecer cauces de comunicación entre la biblioteca escolar, por un lado, y centros documentales externos y otras instituciones del entorno social y cultural del centro, por otro.

Asegurará la organización, mantenimiento y adecuada utilización de los   recursos documentales y de la biblioteca del centro.

Difundir, entre los maestros y los alumnos, materiales didácticos e   información administrativa, pedagógica y cultural.

Colaborar en la planificación y el desarrollo del trabajo escolar,   favoreciendo la utilización de diferentes recursos documentales.

Atender a los alumnos que utilicen la biblioteca, facilitándoles el acceso a   diferentes fuentes de información y orientándoles sobre su utilización.

Colaborar en la promoción de la lectura como medio de información,   entretenimiento y ocio.

Asesorar en la compra de nuevos materiales y fondos para la biblioteca.

Competencias actitudinales necesarias, del responsable  de la Biblioteca Escolar en el marco Proyecto del Centro Educativo:

Promover la utilización de la biblioteca como lugar privilegiado para animar a leer.

Demostrar participación colaborando en tareas comunes y compartiendo las tareas en equipo que se proponen en la institución.

Ayudar a los docentes a resolver interrogantes bibliográficas y estimular a los alumnos para el uso creativo de las herramientas bibliotecarias.

Desempeño proactivo, tarea disciplinada, coherente y constante.

Programar y producir actividades.

Relacionar contenidos curriculares y bibliotecarios.

Manejar diversas tecnologías y diversificarlas.

Elaborar planeamiento como medio idóneo de gestionar y organizar la biblioteca.

Explicar técnicas bibliotecarias a docentes y alumnos.

Realizar formación de usuarios regularmente.

Analizar problemas generales de la institución en que se actúa.

Hacer Evaluaciones como insumo para reorganizar contenidos y acciones posibles

 

Biblioteca Escolar: impacto en el desarrollo del niño.

In Psicología evolutiva on julio 7, 2008 at 10:55 pm

Parte del perfil que tendrá el bibliotecario escolar es el amor por su tarea, la disposición para enseñar, su formación profesional, el deseo constante de superación, pero por sobre todo; el respeto por el ser en formación…
En la actualidad los conceptos pedagógicos ponen énfasis en los procesos de interacción, donde la función de la educación es facilitar la emancipación de los alumnos, capacitándolos para ser autónomos, asimilando las formas de aprender a aprender.
Puesto que la finalidad de la educación es facilitar la comprensión del mundo y la relación con él mediante diferentes saberes; sociedades que cambian rápidamente, donde es requisito indispensable para la vida plena, aumentar el nivel crítico y la capacidad de razonamiento independiente. Es en este marco donde la biblioteca escolar deja de ser un depósito de libros, para convertirse en un activo centro de múltiples actividades, facilitadora del libre acceso a la información y el pensamiento, dentro de un moderno concepto que conjuga lo auditivo, lo escrito y lo visual, acorde con las tendencias sociales.
El bibliotecario escolar propiciará y estimulará las competencias informativas en el usuario/educando.
Parafraseando a Lasso de la Vega… que no puede considerarse persona instruida quien no se halle en condiciones de buscar y obtener la información que necesite…
Este proceso requiere gran diversificación de tareas, puesta en juego en estructuras muy disímiles. La biblioteca escolar aparece como una adecuada organización de acciones que apunten al equilibrio, en la satisfacción de la natural incertidumbre vital que se presenta en el individuo desde su infancia.
Instalar el hábito de acudir voluntariamente a la biblioteca escolar en particular (y otros centros de información en general), ayudarán a los alumnos a aprender en el contexto de la realidad.
La tarea del bibliotecario escolar apoyará las necesidades educativas, tanto como orientará al alumno en la adquisición de esa formación instrumental previa, que luego le facilitará su posterior acceso al conocimiento. Le brindará herramientas intelectuales practicadas desde su educación inicial, para convertirse en una adquisición permanente que oriente todo su acceso al conocimiento de manera activa y autónoma.
La biblioteca escolar propicia en el niño actitudes constructivas en cuanto a la comprensión de su medio, de su lugar en el mundo. En el marco de lo necesario para adaptar la estructura y el funcionamiento del sistema a las transformaciones producidas en la sociedad, para lograr una enseñanza cualitativamente mejor y más ajustada a las demandas sociales. Parte de estas demandas ha afectado la ordenación de la educación, pero otra gran parte de ellas se ha referido a los contenidos, es decir, al tipo de experiencias y oportunidades de aprendizaje que la escuela debe ofrecer a sus alumnos y alumnas.
En este marco la biblioteca escolar se presenta como contenido por excelencia, con que el niño contará durante su desarrollo, para intentar dar respuestas, a parte de sus inquietudes.
Entre las exigencias que se han formulado al sistema educativo, la formación lectora ocupa un espacio importante. En efecto, desde distintos sectores de la sociedad se ha llamado la atención sobre el papel que la escuela debe asumir en relación con la formación de los jóvenes lectores. Siendo el lugar natural para este propósito la biblioteca escolar que deberá contribuir a crear lectores competentes en la utilización de diversos tipos de textos, a promover actitudes reflexivas y críticas ante los distintos medios de transmisión y difusión de la cultura escrita y a despertar interés por la lectura como medio de entretenimiento y como actividad importante de ocio. Por otro lado, debe ofrecer una formación lo suficientemente versátil como para adaptarse a una sociedad cambiante, en la que la recogida, selección, recuperación y transmisión de información son aprendizajes imprescindibles y en la que el alumno debe disponer de las estrategias precisas para aprender por sí solo.
La biblioteca escolar servirá de apoyatura idónea al desarrollo del niño, proporcionando un amplio conjunto de oportunidades de aprendizaje, en relación con la formación lectora, y, la formación de futuros usuarios de diversas fuentes de información.
La biblioteca escolar debe comprometerse con el objetivo de capacitar a los estudiantes para resolver por sí solos los problemas de esta índole que se les plantearán a lo largo de su trayectoria personal y profesional.
La Biblioteca escolar aparece como parte de los contenidos necesarios para la enseñanza y aprendizaje en las diferentes etapas educativas que atraviesa la formación del niño. También se muestra como insumo, como puente, en relación con el currículo y con las sugerencias para su desarrollo (orientaciones didácticas, secuencias de contenidos, guías de recursos didácticos).
La biblioteca escolar colaborará con el abordaje curricular en todas las áreas y en todos los niveles de la enseñanza. Tambien en los conceptos básicos relativos a la lectura entendida en un sentido amplio: lectura de distintos tipos de textos (literarios, técnicos, funcionales…); lectura con finalidades diferentes (aprender, entretenerse, informarse…); lectura de códigos diversos e interrelacionados (verbales, icónicos, sonoros y audiovisuales); medios de comunicación; fuentes de información y tratamiento de la misma; nuevos soportes y medios técnicos para su lectura.
Asimismo, se insiste en la adquisición de procedimientos como la lectura crítica y comprensiva, la utilización de variadas fuentes de información y documentación, la adquisición de técnicas de trabajo científico y el desarrollo de estrategias de búsqueda, recuperación y transmisión de la información.
Por último, se destaca la necesidad de desarrollar determinados valores en relación con la abundancia de información que ofrece nuestra sociedad: actitudes de consumo selectivo, análisis crítico de los mensajes, contraste con la realidad, postura activa ante los medios de comunicación, formación de un criterio propio y de valores personales.